*INFO
El factor humano
Entrevista al especialista en tránsito, Horacio Botta Bernaus. Afirma que la jungla de la calle sólo se resuelve con educación.
-Su libro "Delitos de Tránsito" es de 1991 y ya hablaba de la epidemia tolerada.
-Era una frase extraordinaria de dos médicos y tiene absoluta vigencia. Hace 20 años, la gente ni se preocupaba del tránsito. Hoy se preocupa, pero no se ocupa. En tantas víctimas que vi, más de 18 mil, no encontré una sola que dijera: "Yo sabía que me iba a pasar". Falta percepción del riesgo y no se educa para eso.
-¿Del mismo modo que se logró con el dengue?
-La gente vio que se morían personas por el mosquito. Entendió el mensaje y tomó conductas responsables. En el tránsito, lo primero es instalar el riesgo como es debido. Empezar en la prevención de accidentes con el control y la sanción, no me parece la forma.
-¿Por qué es tan crítico con la Caminera?
-Pedíamos una autoridad en la vía pública y es un avance, aunque hay que sostenerlo y profesionalizarlo para que gane legitimidad. Lo fundamental es que no descubramos desde la función que las multas son un buen negocio.
-En el Presupuesto 2010 figuran ingresos por 37 millones de pesos.
-El gran mensaje no es decir que bajaron los muertos, lo cual no es cierto. La buena noticia sería decir que cada vez hay menos multas porque nos cuidamos. En un proceso de prevención, ese sería el logro. Pero tal como está planteada la cosa, ¿qué hacemos con el presupuesto, si nadie comete infracciones?
-¿Hasta dónde enseña la sanción?
-El control y la sanción, por más que generen resultados que parecen cambios de conducta, jamás pueden entenderse como un proceso educativo. Para el cambio cultural hay que convencer.
-¿Ayudarían los cursos de manejo defensivo?
-Como destreza, puede ser. Pero no me gusta el concepto, lo detesto. Enseña a esquivar, a frenar, a calcular, pero no enseña a respetar al otro. Prefiero hablar de manejo solidario.
-¿Qué opina del carné por puntos?
-Estoy de acuerdo en lo conceptual, pero debe ser una medida nacional. Así funciona en el mundo. Tal como está, tiene mucho de marketing .
-¿Cómo analiza la alta siniestralidad de la moto?
-Aquí tiene razones muy concretas, muy distintas a las de España, donde las víctimas tienen de 35 a 45 años, alto nivel económico, motos grandes. La nuestra es de gente que tiene una crisis de transporte y una crisis económica. Usa la moto porque si no, no llega a trabajar. No podemos educarla tratándola de descerebrada porque no lleva casco, o lo que es peor aun, como pasó en Baradero, salir a perseguirla y causar un daño peor.
-¿Cómo opera la cuestión de género en la accidentalidad?
-La mujer tiene una percepción de riesgo más sensible. Entra en un lugar y ve el cable pelado, el escalón, la punta, el vidrio roto. El hombre, no. Y eso se traslada a la vía.
-¿Cuánto influye la velocidad?
-Es una preocupación mundial. El gran problema es que la tecnología evolucionó mucho, pero nos hizo perder la sensación de velocidad. Y en un choque las leyes físicas siguen siendo las mismas. Los controles de velocidad son necesarios.
-¿Sirven los aparatos limitadores?
-No resuelven el problema. Si lo fijamos en 110 y lo usamos en el Centro, es una tragedia. Para todo hay que hablar con el hombre. El tránsito es un problema humano. Para cambiar hábitos hay que generar condiciones, dar argumentos, convencer.
-¿Es buena nuestra Ley de Tránsito?
-Tenemos un buen marco legal. El problema no está ahí.
-¿Y que Córdoba no adhiere?
-Para mí es un error, porque no podemos tener una provincia que tenga una legislación diferente al resto del país.
-¿Por qué el peaje en Argentina no garantiza buenas rutas?
-Es para hablarlo largo. El peaje es una opción de transitabilidad con un plus de servicios en ruta, pago. Pero se transformó en la fuente de recursos para reparar la vía porque el Estado no tiene plata para eso.
-¿Por qué dejan pasar autos que son un peligro?
-Es que no pueden detenerlos. Sería un delito. En todo caso, deben avisar a la Policía. Lo mismo con las tormentas. El peaje tiene que recorrer la ruta, monitorear y dar aviso. La decisión de cerrar es de la autoridad.
-¿Está bien tocar bocina en esquinas?
-No, es bullicio.
-Con semáforo amarillo, ¿frenar o cruzar rápido?
-Si ingresé a la intersección con luz amarilla, tengo derecho a terminar de cruzar. Si estoy a 20 metros y se pone amarillo, debo frenar.
-En la rotonda, ¿quién pasa?
-Es fácil, pero acá no se aplica porque no hay cultura. En la Plaza España hemos llegado a ponerle semáforos. La rotonda busca resolver un conflicto de tránsito. Y si necesito fluidez, tiene que circular primero el que va adentro, para que salga y pueda entrar otro.
-¿Por dónde debe circular la moto y sobrepasar a otro vehículo?
-En la ciudad de Córdoba, se le reserva una franja de un metro, a contar desde el cordón derecho de la calle o de la fila estacionada. Eso permite prevenir su presencia. Para adelantarse a un auto, debe hacerlo por la izquierda y volver a su franja.
-¿La ciclovía es obligatoria para la bici?
-No, pero tenemos que estimular su uso para que el ciclista transite más cómodo y seguro. El problema aquí es que además de estar abandonada, la ciclovía no te lleva a ningún lado. Debemos lograr que la gente vea allí una solución para su traslado.
-Estuvo en la función pública y se fue. ¿Es tan difícil aplicar políticas?
-Sí, es muy difícil, pero más que nada me fui porque salió la oportunidad de trabajar en España, en investigación, y no quería ser un funcionario ausente.