Para los padres de la beba muerta, hubo "negligencia" de la guardería

El padre de la nena dijo que no están "convencidos" de que el deceso haya sido súbito. Esperan conocer la autopsia para ver si toman acciones.

Los padres de la nena que murió en una guardería de barrio San Vicente dijeron que están "convencidos" de que el fallecimiento fue por "negligencia" y no por un deceso súbito, aunque esperarán el resultado de la autopsia para decidir si tomarán acciones.

La beba de cuatro meses falleció el 16 de mayo en el jardín Manos Traviesas (ver La beba de la guardería falleció por muerte súbita) y según los primeros estudios que recibió el fiscal Víctor Chiapero, la causa habría sido la muerte súbita.

Sin embargo, Néstor, el papá de la niña, dijo a Mitre 810 que cree "otra cosa por lo que vivió mi mujer al ir a buscarla a la beba. Cuando llegó a la guardería la persona que le abrió le dijo 'ya se la traigo', subió a un primer piso y ahí le gritaron a mi señora que suba porque la nena no reaccionaba".

"Ella subió y la nena ya estaba fría. Le hicieron masajes cardíacos y le empezó a salir leche por la boca y la nariz a la bebé. Eso creo que no es muerte súbita", sentenció. El padre cree que a la nena le dieron "la mamadera y así como se durmió la acostaron".

Néstor indicó que están "convencidos que fue una negligencia. No culpamos ni vamos a decir que todas las guarderías son malas. Creo que fue un momento de distracción de la gente de la guardería y eso le costó la vida a mi beba".

De cualquier forma, manifestó que aguardan el resultado de la autopsia. "Y ahí tomaremos las medidas que tengamos que tomar", señaló.

Imputaron al aviador por la causa de Ituzaingó Anexo

Además de los dos productores, el fiscal acusó a quien hizo las aplicaciones aéreas. En junio, los tres van a juicio por otras dos causas.

El fiscal Carlos Matheu amplió ayer a tres el número de imputados en la “causa madre” por contaminación con agroquímicos en barrio Ituzaingó Anexo. Tras recibir las actuaciones que estuvieron paradas casi una década en la Justicia Federal, un mes después el instructor imputó la semana pasada a los productores Francisco Parra y Jorge Gabrielli por “contaminación dolosa continuada”, en grado de instigadores. Ayer acusó, como autor, al aviador que habría hecho las aplicaciones aéreas, Edgardo Pancello.

Los hechos de esta investigación se retrotraen a un período comprendido entre 2002 y 2004 y abarcan aplicaciones de agroquímicos en campos aledaños a barrio Ituzaingó Anexo, en el sudeste de la ciudad de Córdoba. Además, ya están elevadas a juicio otras dos causas por hechos posteriores, cuya primera audiencia oral y pública se hará el 11 de junio próximo, en la Cámara 1ª del Crimen (ver Ya están citados... ).

Volviendo a esta “causa madre”, se inició por una denuncia de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) que preside el biólogo Raúl Montenegro. Tras las imputaciones, Parra y Gabrielli fueron citados ayer a indagatorias, pero se negaron a declarar.

La jornada de ayer no estuvo exenta de novedades, ya que estuvo marcada por la aparición del tercer imputado, en este caso el aviador Pancello.

Estas actuaciones analizan los hechos de aquella denuncia de la Funam, por fumigaciones entre 2002 y 2004 con endosulfán y glifosato, dos sustancias prohibidas por las entonces vigentes ordenanzas municipales de emergencia ambiental 10.505 (ante los numerosos casos de cáncer detectados en el barrio) y 10.590 de prohibición de fumigaciones (en un radio próximo a la zona urbana). Aún no estaba en vigor la ley provincial de agroquímicos 9.164.

Según fuentes relacionadas con la investigación, se prevé realizar pericias para determinar la relación causal que podrían guardar las fumigaciones prohibidas con las muertes y casos de cáncer detectados en el barrio. Según esos voceros, hasta 2010 se contabilizan 169 casos de cáncer. En estas imputaciones, el delito de “contaminación dolosa continuada” está tipificado en el Código Penal con condenas que oscilan entre los 3 y 10 años de prisión.

“Genocidio químico”. A la presentación original se le agregaron como querellantes particulares unos 30 vecinos representados en su momento por María Elba Martínez y hoy por Carlos Nayi.

El titular de Funam, Raúl Montenegro, celebró que en esta causa se analice la relación de “enfermedades y muertes ocurridas en el barrio con la aplicación de plaguicidas, pero también con PCB, metales pesados y arsénico, otros contaminantes presentes en el lugar”.

El biólogo ganador del Nobel alternativo en Ecología recordó que plaguicidas como el endosulfán y el glifosato “afectan el sistema hormonal incluso a bajas dosis” y que “tanto el campo como el suelo de las viviendas, los tanques de agua y los propios organismos han estado actuando como acumuladores de plaguicidas antiguos y recientes”. Dijo que debe analizarse la responsabilidad, no sólo de los productores y el aplicador sino también del Estado. Funam y los 30 vecinos pretenden establecer los niveles de imputabilidad de Parra, Gabrielli y Pancello, y “también la responsabilidad de funcionarios públicos, tanto en lo que hace al control del uso de plaguicidas como al de los otros contaminantes que actuaban en el barrio”.

“El Estado nacional, los gobiernos provinciales y la mayoría de las municipalidades son cómplices solidarios de este genocidio químico y silencioso”, expresó ayer Montenegro en un comunicado.

La Justicia investigará si hay relación entre fumigaciones y cáncer

Es el primer caso en el que se toma una medida de este tipo. Imputaron a dos productores por "contaminación dolosa". Otras dos causas similares van a juicio el 11 de junio.

Por primera vez en Córdoba, la Justicia investigará si hay relación directa entre la fumigación con plaguicidas (por ejemplo, endosulfan) y las muertes por cáncer. La medida fue dictada ayer por el fiscal Carlos Matheu, al imputar a dos productores rurales en una de las causas en las que se investigan eventuales responsabilidades por la contaminación en barrio Ituzaingó Anexo.

Se trata de hechos ocurridos entre 2002 y 2004, denunciados por la Fundación para el Medio Ambiente (Funam), que sostiene que los imputados violaron las ordenanzas 10.505 (Emergencia ambiental en Ituzaingó Anexo) y 10.590 (que prohíbe fumigar a menos de 2500 metros de las viviendas del barrio). La causa es paralela a la que entrará a juicio el 11 de junio. En ese proceso se investigarán las fumigaciones clandestinas en el lugar, pero no las secuelas de la contaminación (ver aparte).

Dos de los que se sentarán en el banquillo de acusados el mes próximo son los imputados ayer: los productores Jorge Alberto Gabrielli y Francisco Rafael Parra.

La Funam pide que se investigue a “todos los responsables” y que “se establezca la relación de causalidad entre las conductas denunciadas” y las muertes y “el impacto en la salud a casi cinco mil vecinos del lugar”.

Relevamientos. El fiscal contaba con estudios previos de organismos públicos de los que se desprenden que hay tres posibles causas contaminantes: la fumigación clandestina, los transformadores de Epec con PCB, y el agua contaminada por arsénico y plomo. El “cóctel” contaminante habría dejado enfermos de leucemia, cáncer de próstata y otras enfermedades oncológicas y respiratorias.

La causa se inició en 2002 y la instrucción inicial recayó en la Fiscalía Federal Nº3, pero luego pasó a la Justicia Provincial. Tras varios años de parálisis, ahora se analizan los casos desde el enfoque de la ley de residuos peligrosos 24.051.

Hasta 2010, la Fiscalía relevó 169 casos de cáncer, y más de 30 muertes por esa enfermedad. Si se establece que los plaguicidas utilizados tuvieron una incidencia directa en estos casos, la figura de “contaminación dolosa” sería agravada con “resultado de muerte”, que contempla penas de 10 a 25 años de prisión.

En el barrio de Ituzaingó Anexo fue vital la lucha de las madres, que consiguieron la provisión de agua de red a todo el sector, que se sacara el PCB de los transformadores, y que se sancionaran una ordenanza y una ley para restringir las fumigaciones cerca de zonas pobladas en toda Córdoba.

Premio ambiental

Distinción. Sofía Gatica, una de las Madres de Ituzaingó, recibió el 16 de abril el Premio Goldman, el “Nobel Verde” que se otorga a un líder ambiental de cada continente. Se trata de la primera argentina en obtener tamaña distinción.

Relevamiento. Las Madres de Ituzaingó y los equipos de Atención Primaria del barrio relevaron cantidades anormales de vecinos enfermos de cáncer y otras graves afecciones de origen ambiental.

Trágico hecho en la capital mediterránea
El fallecimiento de la beba se habría producido por "muerte súbita"

17/05/2012 | 13:05 Así lo resolvió la autopsia practicada esta mañana. Se descartó la hipótesis de broncoaspiración y no se encontraron signos de violencia sobre el cuerpo de la pequeña de cuatro meses. El hecho se registró ayer en una guardería de barrio San Vicente.

Los informes preliminares de la autopsia practicada a la beba fallecida en el mediodía de ayer en una guardería de la ciudad de Córdoba indicaron que el desgraciado hecho se habría producido por muerte súbita.

En ese sentido, el informe dejó sin efecto la hipótesis de broncoaspiración y señaló que no hay signos de violencia sobre su cuerpo.

La pequeña, de cuatro meses, dejó de existir ayer al mediodía en una guardería ubicada en la calle Solares 1231 de barrio San Vicente de la ciudad capital.

Antes de la autopsia, el abogado de los responsables del jardín, Nicolás Díaz, en diálogo con Cadena 3 había relatado el suceso. “La dueña me decía que esta nena estaba en período de adaptación. Comenzó el viernes, el lunes no hubo clases y el martes era su segundo día y ayer sucedió esta desgracia”.

“Los nenes van de 9 a 13 pero esta nena tenía un horario acotado de 10 a 13”, dijo. Y aseguró que no hubo ninguna indicación especial de los padres y que hay un certificado médico que indica que a priori la nena se encontraba bien.

“Había sido alimentada a las 11.20 y cuando a las 12.30 la fueron a buscar advierten que algo estaba sucediendo y se llama al servicio de emergencia”, destacó el letrado.

Encontraron muerta a una nena en una guardería

La mamá la fue a buscar y la nena había fallecido en la cuna.

Una bebé de cinco meses fue encontrada muerta en la cuna de una guardería en barrio San Vicente, según confirmaron fuentes policiales.

El hecho sucedió en  la calle Solares al 1231, cuando la mamá de la menor fue a la guardería a buscar a su hija y la encontró sin vida.

La Policía investiga las circunstancias en que se produjo el deceso.

Según indicó a Mitre 810 el fiscal de la causa, Víctor Chiapero, “no hay señales de maltrato” y hay que esperar la autopsia.

“El hecho se produce en un horario en el que la bebé había sido alimentado, previamente. Hay muchos casos que se producen muertes, bronco aspiraciones, pero no se puede llegar a una conclusión sin estar apoyado en la opinión de los médicos”, explicó Chiapero.

Se secuestraron objetos y prendas para realizar los exámenes.

El estrés de la primera experiencia laboral

Habitual. Tras superar pruebas de admisión, los jóvenes se exigen demasiado en un entorno difícil y la tensión se manifiesta en sus cuerpos.

E s muy común que un joven al conseguir su primer empleo experimente sensaciones encontradas. Por un lado, se siente feliz por haber “sobrevivido” a los pasos previos que suelen solicitar los empleadores, como entrevistas personales y pruebas ocupacionales y por el otro, se siente nervioso, confundido, estresado por transitar el primer período laboral.

Es habitual que los jóvenes acudan al médico con síntomas como dolores musculares, problemas gastrointestinales, insomnio, disnea, dolores de cabeza agudos, alteraciones en el apetito (que aumenta o disminuye) y disfunciones sexuales.

“En los últimos años son importantes las consultas por síntomas referidos a trastornos gastrointestinales, patologías musculares a nivel de segmento cervical y dorsal, problemas para conciliar el sueño, etcétera. Pero durante la entrevista médica el paciente no lo relaciona con el trabajo”, describe el médico especialista en Medicina del Trabajo Vicente Fabián Cuello.

Estos síntomas son provocados muchas veces por el estrés que se genera en los primeros días y durante el periodo de adaptación de un nuevo ambiente. Por lo general, sucede cuando hay una mala organización del trabajo o cuando la información que llega no es clara.

“Los primeros años de trabajo significan un período de mucha tensión y ansiedad ya que en él confluyen una serie de factores como expectativas irreales o imaginarias, ambigüedad e incertidumbre en el puesto a desempeñar (claridad de las tareas, alcances), el aprendizaje del trato con los compañeros y supervisores, la comprensión de las normas y reglas de la organizaciones, el establecimiento de la propia identidad en esa organización”, explica la psicóloga Viviana Forchetti.

Agrega que “cuando se inician en los primeros trabajos, los jóvenes se encuentran perturbados por sus avatares personales, también se hallan atravesados por la realidad de nuestro país, que tiene que ver con la precariedad laboral y la inseguridad en el puesto, como inseguridad contractual, movilidad funcional, cambios de horario y jornadas, salarios o carrera profesional, polifuncionalidad, que implica un adicional más en este escenario y genera un estado de alerta constante acompañado de mucha ansiedad”.

Cuello apunta que la identificación del estrés con el primer trabajo no es nuevo, pero existen otras variables, como la concatenación de contratos temporales, la falta de experiencia o formación en el puesto, las horas, las condiciones inadecuadas, el ser es más vulnerables ante la explotación y una menor participación en la acción colectiva, respecto a trabajadores de más edad.

40por ciento de los jóvenes que integran el segmento etario bautizado como “Generación Y” (nacidos entre 1982 y 2002) manifestó que es clave el buen clima laboral a la hora de decidir mantenerse en un puesto de trabajo. Otro 29 por ciento se inclinó por el desarrollo profesional.

Un herido por derrumbe en obra en construcción

Fue en calle Belgrano al 100. El obrero no tendría lesiones de gravedad.

Dos obreros, de 32 y 23 años,  sufrieron heridas por un derrumbe registrado en una obra en construcción en el barrio Nueva Córdoba de la Capital, informó la Policía.

“Se derrumbó una ladera en excavación. Hay un lesionado”, indicaron fuentes policiales.

“Están bien los dos. Son hermanos. Uno estaba quebrado”, dijo a Mitre 810 un compañero de los trabajadores.

El episodio ocurrió alrededor de las 8.15 en un predio de calle Belgrano al 100.

Tres obreros heridos por una explosión en un tablero eléctrico

Ocurrió este mediodía. Fueron derivados al Instituto del Quemado.

Tres obreros que manipulaban un tablero eléctrico de Epec, resultaron heridos este mediodía tras una explosión.

El hecho ocurrió en la calle Lima 35 en pleno centro y por la magnitud de lo sucedido debieron intervenir personal de Bomberos, Defensa Civil y Epec.

Dos de los obreros fueron derivados la terapia del Instituto del Quemado, mientras que el tercero se encontraría siendo atendido en una sala común.

Según confirmaron fuentes médicas, ambos tienen menos del 20% de la superficie quemada, por lo que en ese sentido no presentarían riesgos.

Sin embargo, los médicos se encargaron de aclarar que los heridos presentan comprometidas sus vías aéreas y se encuentran bajo asistencia respiratoria. Recién mañana se podría establecer un panorama más claro de la salud de los trabajadores.

Falleció uno de los empleados del call center de Kadicard

Luis Rodríguez, de 30 años murió esta mañana debido un paro cardiorespiratorio. Tenía el 85% de su cuerpo quemado tras una explosión registrada en ese centro telefónico.

Uno de los empleados del call center de Kadicard, Luis Rodríguez falleció esta mañana como consecuencia de un paro cardiorespiratorio.

El joven, de 30 años tenía el 85% de su cuerpo quemado a causa de una explosión registrada en ese centro telefónico el martes pasado.

Germán Llancaman, director Hospital Córdoba confirmó la noticia en declaraciones a Cadena 3: " A las 10:30 de la mañana ha dejado de existir el paciente Luis Rodríguez, debido al gran deterioro que tenía debido al gran porcentaje de quemaduras. Sufrió un paro cardiorespiratorio que no pudo ser revertido".

El otro empleado del call center que había sido gravemente afectado por el incidente, Sergio Urquiza, de 34 años, se encuentra "estable" y "sin asistencia mecánica aérea", aclaró  Llancaman.

El hecho. La deflagración ocurrió el martes en un sexto piso de un edificio en 9 de Julio 240 donde funciona el centro de atención telefónica de la empresa Kadicard, ubicado en el Centro de la Capital, dejando como saldo dos empleados heridos de garvedad.

La hipótesis central que determinaron los peritos es que el estallido habría sido causado mientras se cargaba nafta en un generador de energía ubicado en el balcón del piso.

Al parecer, el combustible (o, bien, sus gases) tomó contacto con al menos un cigarrillo que estaba encendido en un cenicero del mismo balcón, confirmaron a La Voz del Interior fuentes oficiales.

De confirmarse finalmente, la causa quedaría en que todo se trató de una negligencia, y se descartó de plano un hecho intencional (verNafta y cigarrillos, claves del siniestro en el call center, en Edición Impresa 10/05/2012).

Nafta y cigarrillos, claves del siniestro en el call center

Los dos empleados que sufrieron graves quemaduras seguían internados en estado delicado. La deflagración habría sucedido mientras se cargaba combustible en un generador cerca de colillas.

En terapia intensiva, con graves heridas externas e internas y sedados en el Instituto del Quemado de Córdoba; uno de ellos, conectado a un respirador mecánico. Así permanecían al cierre de esta edición los dos empleados que el martes a la tarde resultaron alcanzados de lleno por la deflagración ocurrida en un call center que funciona en el séptimo piso de un edificio ubicado en el Centro de la Capital. Mientras, los peritos ya tienen casi terminada la hipótesis central de lo que pasó: el estallido habría sido causado mientras se cargaba nafta en un generador de energía ubicado en el balcón del piso.

¿Cómo? Al parecer, el combustible (o, bien, sus gases) tomó contacto con al menos un cigarrillo que estaba encendido en un cenicero del mismo balcón, confirmaron a La Voz del Interior fuentes oficiales. De confirmarse finalmente, la causa quedaría en que todo se trató de una negligencia, y se descartó de plano un hecho intencional.

El drama sucedió el martes pasado a media tarde en el call center de la tarjeta Kadicard que funciona en el séptimo piso de un edificio de calle 9 de Julio al 218, en plena peatonal.

Las víctimas fueron los empleados Luis Rodríguez (30) y Sergio Urquiza (34), quienes resultaron con serias quemaduras. Lo más grave es que, como ocurre en esta clase de episodios, resultaron afectadas sus vías respiratorias.

Rodríguez tiene el 85 por ciento del cuerpo quemado y está conectado a un respirador, mientras que su compañero presenta lesiones en el 65 por ciento, según informó el director del Instituto del Quemado, Germán Llancamán. El profesional indicó que las lesiones son de alta gravedad y que el pronóstico de ambos seguía siendo reservado. Resta esperar 48 horas.

Generador, nafta y fuego. Desde Kadicard, se informó que todo sucedió en momentos en que había unas 12 personas trabajando en las oficinas del call center . Las otras 14 que suelen estar cada jornada ya se habían retirado, según explicó el vocero de la firma, Hernán Zocco.

La pesquisa ha determinado que lo sucedido en Kadicard, técnicamente, no fue una explosión sino una deflagración, según explican los peritos. Si el piso hubiera estallado, la eventual onda expansiva habría causado la muerte instantánea de quienes estaban allí, además de provocar graves daños en los pisos adyacentes y hasta en el frente de la estructura. Lo que pasó, aseguran los expertos, fue una deflagración causada luego de que tomara contacto nafta con una fuente de fuego.

Todo sucedió en el balcón de la firma. Según contaron testigos, a raíz de una falla energética (saltó una fase) se había decidido encender un generador para paliar el problema.

El siniestro se desencadenó presuntamente cuando se cargaba nafta en el aparato. En el balcón se encontró, según las fuentes, un cenicero con varios cigarrillos, la mayoría apagados (los empleados no pueden fumar en la oficina).

Sin embargo, al menos una de las colillas habría estado encendida y tomó contacto con los gases de la nafta. No está confirmado si la tarea era realizada por Rodríguez y Urquiza. Lo concreto es que se produjo una potente deflagración que alcanzó a ambos, lo que les causó quemaduras en sus cuerpos. Todo sucedió en fracciones de segundo. No hubo incendio, explicaron por su parte desde Bomberos.

Preocupados y consternados, familiares, amigos y compañeros de las víctimas hacían fuerza ayer en el centro de salud, a la espera de buenas noticias.

Pérgolas y autobombas

Polémica. El siniestro, que sucedió en un edificio de la peatonal cordobesa, vino a reactivar la polémica suscitada el año pasado sobre cómo las pérgolas y los canteros pueden complicar el desenvolvimiento de los bomberos ante un incendio. En el lugar no había pérgolas, sino canteros circulares. Ni la camioneta del Grupo Especial de Salvamento ni la autobomba de Bomberos tuvieron problemas en llegar. Según testigos, los móviles actuaron rápido. El sector no tiene pérgolas, aunque sí canteros centrales. De todos modos, como las pérgolas no se van a sacar, en la Policía se baraja la posibilidad de adquirir vehículos especiales de menor tamaño.

Los dos empleados del call center siguen graves

TIENEN EL 65 Y 85% DE SUS CUERPOS QUEMADOS, TRAS UNA EXPLOSIÓN REGISTRADA EN ESE CENTRO TELEFÓNICO DE KADICARD. ESTÁN EN ESTADO RESERVADO.

Los dos empleados del call center de la empresa Kadicard que anoche resultaron quemados tras una explosión siguen en estado grave, según informó a La Voz el director del Instituto del Quemado, Germán Llancamán.

La explosión ocurrió ayer en un séptimo piso de un edificio ubicado en 9 de Julio 228, en la peatonal, donde funciona el centro de atención telefónica de Kadicard, confirmaron fuentes policiales.

El comisario a cargo del operativo, Marcelo Palacios, explicó a los medios que “fue una explosión, pero no hubo incendio” y dijo que se investigan las causas ya que en el lugar hay artefactos de todo tipo.

Cómo están los pacientes. Llancamán dijo que Luis Rodríguez, de 30 años, tiene el "85 por ciento de la superficie corporal quemada y está con asistencia respiratoria mecánica", mientras que Sergio Urquiza, de 34 años, tiene el 65 por ciento del cuerpo lesionado, pero está sin respirador.

"Ambos tienen los miembros inferiores y superiores, cara y dorsal quemados. Tienen pocos espacios que no tengan quemados", explicó y agregó que los dos están en estado reservado.

El director señaló además que hay que esperar "las primeras 48 ó 73 horas, que son críticas" para saber cómo influye la asistencia terapéutica.

Qué dijo Kadicard. El jefe de Comunicación y Relaciones Institucionales en Kadicard, Hernán Zocco, dijo a Mitre 810 que un "aparato electrónico" habría explotado, aunque manifestó que por ahora esperan que las pericias de Bomberos determinen qué fue lo que ocurrió.

Por ahora, no se puede ingresar al salón donde se registró el hecho para conocer mayores precisiones, según Zocco, quien mencionó que al momento de la explosión trabajaban allí 12 empleados, incluyendo a los dos quemados.

Además, a través de un comunicado, la empresa indicó que se puso "a entera disposición de la Policía Judicial para colaborar con la determinación de las causas que provocaron" el hecho.

Según la empresa, los dos lesionados están acompañados en el instituto por sus familias y por directivos y gerentes de Kadicard.

Murió un obrero al ceder una zanja

Tenía 23 años y, en el mismo siniestro, su hermano resultó con heridas. Ocurrió en una obra que se realiza en la costa del río Suquía.

Un obrero falleció y otro resultó con graves heridas al desmoronarse ayer una zanja que forma parte de los trabajos que se realizan en la costa del río Suquía, a la altura de calle San Jerónimo al 1800, en barrio San Vicente de la ciudad de Córdoba.

La víctima fatal fue identificada como Dario Omar Martínez, de 23 años, quien residía en calle Manuel Calviño al 7800 de barrio Argüello, también de la Capital, según informaron fuentes policiales.

En tanto, el herido es hermano del obrero fallecido y fue identificado como Gabriel Martínez, de 18 años, quien fue hospitalizado tras sufrir la quebradura de una muñeca y traumatismos en ambas piernas, de acuerdo con lo informado.

Conforme a lo narrado por testigos del hecho, en la tarde de ayer, los hermanos Martínez caminaban por el interior de la zanja sin advertir que se aproximaba a ella un camión transportador de hormigón que, con su peso, habría provocado el desmoronamiento de una de las paredes de la excavación. La cual, al ceder, aplastó a los dos jóvenes obreros.

De inmediato se montó un operativo de rescate del que participaron bomberos del Grupo Especial de Salvamento y ambulancias del 107, según se informó.

Los rescatistas lograron salvar la vida del hermano menor, pero no corrió la misma suerte el mayor, cuyo cuerpo recibió el impacto de un pesado bloque de cemento que le provocó heridas mortales.

Momentos de gran conmoción se vivieron entre los trabajadores de la obra, lo que se intensificó cuando llegó al lugar el padre de los hermanos Martínez.

Se investigan las causas que provocaron el derrumbe de la zanja. El joven Darío Martínez se convirtió en la cuarta víctima fatal de siniestros registrados en construcciones de la ciudad de Córdoba en lo que va del año, cifra que no deja de ser preocupante si se tiene en cuenta que durante todo 2011 se registraron cinco muertos por casos similares.

En enero de este año falleció un contratista al caer del octavo piso de una obra en Nueva Córdoba y en marzo fallecieron dos obreros en un derrumbe en otra construcción en ese barrio.

Este primer cuatrimestre tuvo 30 muertos más que el del año pasado

Con 50 muertos, el de este año fue el abril más trágico desde 2008. El 61 por cientode los choques fatales ocurrió en rutas.

Pocos casos motivaron grandes debates, búsqueda de responsabilidades, identificación de causales. No ocuparon, por lo general, los grandes titulares ni las agendas de discusión en las mesas de bares. Porque se trató de una sangría casi silenciosa, periódica y constante.

Son los 50 muertos que hubo en los 30 días de abril como consecuencia de choques viales ocurridos en las rutas y calles de la provincia. Casi tantas víctimas como las 51 que murieron el pasado 22 de febrero en Once, Capital Federal, cuando un tren sin frenos desencadenó la tercera peor tragedia ferroviaria de la historia del país (ver documento). 

De esta manera, abril de este año se convirtió en el peor de los últimos cuatro meses.

Cifras negras

Abril	50
Mayo	3
2012	183

Y si comparamos con datos de 2007 (cuando La Voz del Interior comenzó a relevar cada siniestro vial que ocurre en la provincia, con el objetivo de lograr una base de datos independiente y generar variables que permitan inferir las causas de la mortalidad en las rutas y calles) hasta hoy, surge que sólo en abril de 2008 se anotaron más fallecidos: 55 víctimas fatales.

Al comparar por cuatrimestre, este comienzo de 2012 asoma como más nefasto en relación con el del año pasado: 30 muertos más en accidentes de tránsito.

También es peor respecto de todos los primeros cuatro meses desde 2007 a la fecha con excepción de 2008, año en el que se anotaron 216 decesos en ese período.

Rutas trágicas. Al analizar dónde se produjeron las tragedias en este abril, se destaca que 34 de los 50 fallecidos chocaron en rutas y autopistas, lo que significa el 68 por ciento de las víctimas del mes.

Si se compara el número de choques y no el de muertos, la proporción también es alta: el 61 por ciento de las siniestros del mes ocurrió en carreteras.

Las rutas más trágicas fueron la nacional 8 (departamentos Río Cuarto y Juárez Celman), con cinco muertos en cuatro tragedias viales (tres de estos choques ocurrieron entre el viernes y el sábado últimos) y la provincial 6, en jurisdicción del departamento Tulumba, con tres fallecidos en igual cantidad de tragedias viales.

En la ruta 9 sur, sumando la carretera y la autopista a Rosario, se anotaron cinco colisiones que dejaron siete víctimas fatales.

En zonas urbanas, en tanto, se registraron 14 tragedias de tránsito, e igual cantidad de fallecidos.

La ciudad de Córdoba fue el ejido municipal con más muertes: 9. Entre ellas, la gran mayoría, seis, era motociclista.

Además, en la Capital fallecieron también dos automovilistas y un peatón.

Fines de semana largos. Este abril tuvo la particularidad de haber contado con tres fines de semana largos. Entre el domingo 1º y el lunes 2, hubo seis muertos en cuatro choques. Mientras que del viernes 6 al domingo 8 la estadística marcó nueve fallecidos en ocho siniestros viales. En tanto, del viernes 27 a la noche hasta el lunes 30, se anotaron 12 decesos en siete colisiones de tránsito.

En los otros fines de semana, la siniestralidad varió: entre el sábado 14 y el domingo 15, un muerto; entre el sábado 21 y el domingo 22, seis tragedias viales dejaron siete muertos.